• Los niños que practican un instrumento desarrollan estímulos y cualidades que sólo se encuentran  en las actividades artísticas.


• Aprenden que, como en la música, todo debe convivir y relacionarse en armonía para poder existir juntos.


• Los incentiva a la búsqueda de la belleza en todas las cosas.


Desarrollan la confianza en sí mismos, los chicos van alcanzando pequeños objetivos continuamente, y ellos mismos ven y se plantean los próximos a lograr.  Es un ejercicio que les enseña a disfrutar de la practica sin buscar un fin determinado, el fin es la practica en si misma.